martes, 23 de octubre de 2012

Soul Hunter: 1

Como prometí, el primer capítulo! ^^

CAPÍTULO 1

Abrió los ojos. Miró a su alrededor. Estaba en su cama, con las sábanas revueltas y empapada en sudor. ¿Qué había sido eso...? ¿Un sueño? ¿Una pesadilla? No... eso lo había vivido. Sí. Había soñado con un recuerdo. El recuerdo de la primera alma que capturaron. Ha pasado tanto tiempo desde entonces...
Miró el reloj-despertador de su mesita. Eran las 7. ¡Demasiado temprano para ella...! De todos modos, decidió levantarse ya. Se dirigió a la ducha. Se tomó su tiempo, para tratar de sacudirse ese sueño.
Media hora después, estaba fuera. Echó un vistazo a la habitación de los chicos. Hans estaba en su cama, roncando, a pierna suelta... Pensó, con una risita tonta, en hacerle una foto, pero no fue tan ruin. Miró en dirección a la cama de Zack. No estaba. Qué raro...
-¡Bu! -oyó una voz desde atrás y notó una mano en el hombro.
-¡AAAHH! ¿Pero qué diablos te pasa, Zack? ¿Eres tonto o pellizcas cristales, eh? -Tryzz dio un bote y dio un pequeño grito.
-¡Ssshh! Vas a despertar a Hans -Zack se puso un dedo sobre los labios, para indicar silencio.
-Bueno, ¿y qué si le despierto? Ya va siendo hora... hoy os toca a vosotros preparar el desayuno, o ¿ya lo has olvidado?
-Claro que no Tryzz. ¿Porqué te crees que estoy despierto ya, eh? Es solo que... ayer Hans se quedó despierto hasta tarde y...
-Pues que se aguante. Tiene que aprender a asumir responsabilidades -dijo Tryzz enfadada.
-Vale, vale, pero a mi no me muerdas -dijo Zack poniendo las manos en alto. -Pero no le despiertes bruscamente. Recuerda que en ese aspecto sois iguales, si le despiertas de mala manera, serás tú quien no podrá empuñarle luego.
-Si si, tranquilo. Sé como debo despertar a Hans.
Tryzz, que todavía llevaba la toalla en la cabeza para secarse el pelo, se la quitó. Se sacudió el pelo con ella y luego movió un poco la cabeza para ponerlo en su sitio. Se puso la toalla alrededor del cuello y se fue a la cama de Hans.
-Tú ve a preparando el desayuno, ahora te mando a éste.
Zack, con una sonrisa, fue hacía la cocina.
Tryzz suspiró, y se armó de paciencia para despertar al bello durmiente Hans.
-Hans... levanta... Hay que empezara moverse, venga... -le dijo ella mientras le sacudía muy suavemente.
-Mmmm... cinco minutitos más mami...
-Ts... ¿será posible? -dijo ella indignada...
Se marchó al cuarto de baño, para peinarse en condiciones. Al cabo de cinco minutos, volvió a la habitación de los chicos. Segundo asalto, pensó ella.
-Venga dormilón, ya han pasado cinco minutos... ¡Arriba!
Esta vez, Hans empezó a removerse levemente. Se incorporó y se frotó los ojos, algo desorientado.
-¿Que... que hora es?
-Son casi las ocho. ¡Arriba! -Tryzz se dirigió a la puerta. -Ah, tu hermano me ha dicho que ayer estuviste levantado hasta tarde. Sabías que hoy tenías que levantarte temprano.
Al oír eso, Hans se despertó de golpe. Se encogió de hombros, como siempre que hacía cuando Tryzz le reprimía, pero a la vez cerraba los ojos, como con temor. Tryzz era temible cuando se enfadaba...
-No me voy a enfadar, hoy estoy de buen humor. Pero... -le lanzó la toalla mojada a la cara, que todavía llevaba alrededor del cuello -que no vuelva a pasar. Vístete y cambia las sábanas. Las mías también. A ver si haces algo por la patria, chaval. Hoy tenemos que ponernos las pilas, ¡así que espabila!
Hans esbozó una amplia sonrisa. Asintió y Tryzz respiró aliviada, sabiendo que, durante todo el día, el rubiales estaría de buen humor. Empezó a canturrear, como siempre hacía para iniciar las tareas. Ella se dirigió a la cocina, con la intención de ayudar a Zack, pero ya estaba todo hecho.
-¡Zack! Creo que es oficial: te adoro.
-Jajajaja. Tampoco es para tanto, Tryzz. Empieza tú si quieres, yo también quiero darme una ducha. Asintió con la cabeza mientras Zack iba a la otra ducha. Se sentó en la mesa.
No le gustaba desayunar en silencio. Fue hacía el reproductor de música y seleccionó la música relajante, para irse despertando tranquilamente.
Lo primero de todo era un gran vaso de zumo de naranja recién exprimido. Ah, hay que ver cómo la consentía Zack... Sabía exactamente como le gustaba el zumo, así que siempre que debía preparar él el desayuno, cuando ella llegaba a la mesa, el zumo estaba en la mesa, en la jarra correspondiente y colado, como a ella le gustaba. Se sirvió el vaso hasta arriba, le puso azúcar y mientras removía, se puso a pensar. Hoy había que ir a clases. Pero era día de recolecta. Habría que ver si había algun encargo interesante...
Cuando se terminó el primer vaso de zumo y se disponía a servirse medio más, escuchó como Hans salía de la ducha, canturreando como siempre. Eso puso de buen humor a la chica de la melena azul. Si Hans canturreaba, era buena señal. Vio como el rubio iba al armario y cogía sábanas limpias para cambiarlas. Respiró tranquila y siguió desayunando
Al rato, vio como ambos gemelos cuchicheaban algo y se sentaban en la mesa.
-Anda, si que te has dado prisa... dijo Tryzz sorprendida.
-Pues claro. El olor a café recién hecho me llama, pequeña... -dijo Hans guiñando un ojo.
-¿Seguro? ¿No se lo habrás encasquetado a él, verdad? -dijo ella molesta mientras señalaba a Zack, a la vez que se servía un gran cuenco de leche con cereales de chocolate
-Solo me ha ayudado con la tuya por ser más grande, ¡palabra!
-Mmm... -le miró dubitativa, pero sabía que era verdad.
-Y tranquila, que también me he acordado de abrir las ventanas para ventilar las habitaciones aunque no me lo hayas dicho – dijo Hans orgulloso de si mismo.
-¡Vaya! ¡Eso SÍ que es una sorpresa! -dijo Tryzz realmente sorprendida.
-Ala, como te pasas conmigo... -dijo el pobre rubito mientras fingía un gimoteo.
-Venga Tryzz, no te pases tanto, si en realidad es buen chaval... Ya lo sabes -dijo Zack, al rescate de su hermano.
-¡Pero como os ponéis los dos de buena mañana! Sabéis que soy así... ¡Hay que ver! -dijo ella, encogiéndose de hombros.
Ambos chicos se miraron y sonrieron, porque si ella se metía de ese modo con ellos, era señal de que estaba de buen humor. Continuaron desayunando mientras el suave sonido de la música les acompañaba.
Al terminarse ella las galletas caseras que había hecho la noche anterior expresamente, se levantó.
-Mientras termináis, pondré una lavadora. ¿Tenéis ropa sucia, además de las sábanas?
-Donde siempre, madame -dijo Hans.
Ella sonrió y se encaminó al lavadero. Cogió la ropa de los cubos y se puso manos a la obra.
15 minutos después, cuando ella ya había terminado y se había pasado por el baño para lavarse los dientes y terminar de prepararse, los chicos terminaban de desayunar y Hans se disponía a lavar los cacharros. Zack le ayudó.
Tryzz se les quedó mirando sin decir nada, asombrada. Realmente estaban de buen humor. Hoy sería un buen día.

lunes, 22 de octubre de 2012

Soul Hunter: Prólogo

Hace tiempo empecé a escribir una pequeña historia, del estilo "soul eater"
La iré poniendo por aquí.

De momento, para que os pique la curiosidad... ^^


PRÓLOGO

La ciudad estaba desierta. Miró el reloj: era la hora. Se giró a ellos, sin decirles nada. Sabían lo que debían hacer. Sin mirarles, les hizo una señal. Obedecieron al instante. Salieron de casa, decididos... hora de salir al escenario.

Mañana, empiezo con el primer capítulo ;)